miércoles, 9 de enero de 2013

Libre Albedrío


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Estimado r-malak:


Algunas preguntas relacionadas a la felicidad, la conciencia, la plenitud,  karma, el destino, la predestinación y muchos más términos similares.
“…No existen los eventos casuales, y no hay eventos o cosas que existan por y para sí mismos, en aislamiento. Los átomos que formaron tu cuerpo fueron forjados dentro de estrellas, y las causas de incluso el más pequeño evento son virtualmente infinitas y conectadas con la totalidad de maneras incomprensibles. Si quieres rastrear la causa de cualquier evento, tendrías que retroceder todo el camino hasta el comienzo de la creación. (Tomado de Eckhart Tolle, A New Earth, p.197. Traducción mía).
¿Quiere esto decir que mi pequeño “yo” fue programado para tener características especiales (personalidad, inteligencia, tendencies, configuración física) que condujeron la historia de mi vida hasta el punto donde “yo” estoy hoy?
Trataré de expresarlo en otras palabras:
¿Es correcto considerer que la vida humana es una especie de obra de teatro en la que “yo” tengo un papel específico escrito desde el momento mismo de la creación para envolverme en una actuación que es compartida por todas las personas, eventos, animales y cosas que entran en contacto “conmigo” durante mi vida?
El libreto supongo que no lo conozco, y yo solo tengo que ajustar mi conducta a las circunstancias que aparezcan, al Momento Presente, al Ahora. Si es así, el “público” (la Conciencia) aplaude cada vez que “yo” volteo la cara y guiño un ojo para indicar que estoy consciente de estar representando un papel y que si río, lloro, sufro, disfruto o expreso felicidad, estoy consciente de que todo esto no es más que una farsa?. ¿Es ésta una Buena forma de entender por qué se dice que el pequeño “yo” no existe? ¿Estoy en lo correcto?
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TESTIGO


Estimado Testigo:
He comentado en otras ocasiones que la Realidad no puede ser conceptualizada. Si pudiéramos descubrir que el libre albedrío es ilusión, y que este “yo” por el cual me expreso es manejado por fuerzas de las que no tengo control, de todos modos, mi principal búsqueda sería intentar conocer esas fuerzas que me mueven.

Por tanto, precisemos: lo que somos no es inexistente, tampoco es inconsciente, y el sufrimiento no afecta a eso que somos. Adelantemos, además, que lo que importa es que hay una verdad, y esa verdad es la que experimentamos, en lo que vemos y sentimos a cada momento de nuestra vida, presenciando en el presente activo.

Conveniente es preguntar y descubrir quiénes somos, si es cierto que somos eso que suponemos que es libre o condicionado, y echar una mirada minuciosa a nuestra posición, cualquiera que sea la verdad, la cual nos permitirá reconocer el laberinto en el cual estamos sumergidos.

Por tanto la pregunta necesaria es ¿qué somos?: ¿cuerpo, mente, emoción, o un coctel de todas ellas? Esta identidad, la cual llamamos persona, es una expresión temporal, un instrumento de manifestación de la conciencia. Quizás es mejor decir que, como expresión individual, somos conciencia centralizada. Ahora, si nos apegamos a vernos como una forma y una identidad que se mueve en el plano del Hacer (tiempo-espacio), quedaremos atrapados por todas las influencias y fuerzas que controlan la forma y la identidad, quedando expuestos a todas la vicisitudes de las expresiones vivas. En cambio, cuando realizamos que eso es solo una ilusión, todas las limitaciones o condicionamientos se diluyen.

Recogiendo antecedentes de la historia, como expresión y manifestación, el hombre ha conquistado muchas de las cosas que él temía y ahora controla casi todas las cosas vivientes. Esta comprensión alejó el temor de quedar expuesto a los elementos, lo que le permitió ejercer supremacía por el ejercicio de su propia mente, esa expresión de la conciencia que está diseñada para manejar el espacio tiempo, que, con su habilidad de razonar y pensar, lo convirtió hasta ahora en maestro su ambiente. Considerando obviamente ciertas limitaciones. Es natural que dadas las circunstancias del ambiente seguimos respondiendo a un programa de procesamiento diseñado. La duda es ¿hasta qué grado somos libres y hasta qué punto las cualidades y acciones y pensamientos están libres o determinados por fuerzas que están más allá de nuestro manejo?  Hemos transformado el ambiente donde vivimos, algunas veces constructiva y otras destructivamente. Los ecologistas dicen que si se deja a la naturaleza sin intervenirla, esta funcionará armónicamente. El sol sale cada día, las lluvias caen, etc. La naturaleza no persigue un fin intencional, ella funciona de acuerdo a las leyes que la equilibran. 

Vivir en este plano no es hostil o indiferente, estamos inmersos, ya sea como forma, o como el Sí mismo. Cuando entendemos que no somos la forma, los sufrimientos desaparecen por sí solos, por tanto el principal objetivo apunta a librarnos de la idea de que somos limitados. Precisando que ya apegados a la forma, lo que puede ser bueno para unos puede ser desastroso para otros.

El principal objetivo de investigación es saber qué somos y por qué este cuerpo tiene limitaciones y fortalezas. Si creemos o no en nuestra individualidad y libre albedrío, no nos ayuda a comprender realmente lo que somos. Se sabe que no hacer nada es la peor de las elecciones. Podemos tomar conciencia mientras aprendemos. La traba consiste en creer que somos los hacedores de las acciones y se agrava cuando nos apegamos a los resultados de ellas. Desde que se nace como persona, no se es, ni se puede llegar a ser, completamente libre, quiero decir que no se puede hacer nada respecto a ciertas condiciones de nuestro nacimiento. No tenemos una opción respecto a quienes son nuestros padres, cuál es nuestra raza, de qué país será nuestro origen y otra serie de condiciones.

Ahora, reconociendo que somos Si mismo, o dicho de otro modo, Ser que es Todo, que siempre hemos sido Uno sin segundo y nunca ha habido un principio, la comprensión de lo que es se presenta fuerte y evidente. 

Hay muchísima confusión, por ejemplo algunas personas pretenden aceptar que hay dos estados: uno, el de la ausencia y el otro, el de la presencia o existencia, de ese modo la gente intenta conciliar estos dos estados, suponiendo que las cosas habrían emergido  como un modo fenoménico de la nada. El problema es que esa nada también tendría una cualidad, o sea, una existencia propia, de allí que digo que de la nada no puede venir algo y el Ser nunca ha tenido principio, es todo, aunque digan los libros sagrados de las religiones que la creación salió de la nada o del caos. Como si el caos fuera un estado de nada. Si existe, esa clase de estado sería una Realidad.

Por otro lado, el libre albedrío aparece como una libertad para hacer uso de los talentos, o para desechar lo que uno podría ejecutar bajo ciertas condiciones, lo que es distinto a prepararse para enfrentar las condiciones adversas. Esas son las cualidades de uso de la inteligencia, más que una libertad o triunfo. Vivir la vida plenamente y enfrentarnos a decisiones erróneas o selecciones equivocadas está dentro del proceso de vivir y del uso de la inteligencia. De ese modo aprendemos, conforme aprendemos cometeremos menos errores. Al experimentar menos errores, lentamente la conciencia centralizada se abre a estar atenta a posibles fuerzas exteriores inamistosas que constantemente podrían sumergirnos en el sufrimiento e infortunio.

No somos esclavos, Sí mismo, uno sin segundo, no admite esclavitud, y podemos regresar la mente a su fuente, que es la conciencia esencial. Ahora, como personas moviéndonos en la conciencia como continente provocaremos acciones, si ellas producen desarmonías e intolerancias, tendremos que afrontar las situaciones venidas de tales acciones y de sus consecuencias.
Nota: por lo general no hago comentario de la forma que tienen distintos autores de ver las cosas, por tanto me excuso de referirme a lo que dijo el Sr. E. Tolle. 

 Atte. R.Malak

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